Ni el clima, ni que hubiera más eventos ocurriendo al mismo tiempo, fue impedimento para que se disfrutará con un casi lleno la fiesta de aniversario del restaurante La Reyna de BC, en el área de El Descanso.
El chef Richard Chiñas, se fogueo en la cocina de varios hoteles de Polanco en Ciudad de México, esto le dio la sensibilidad para conocer como saciar paladares exigentes. Este aniversario marca el regreso de Chiñas a Playas de Rosarito, después de una temporada en Tijuana.
Para engalanar la noche hubo música en vivo, hecho que no tardo en ambientar a la gente que sin reparos se levantaron a bailar, incluso en algún momento hubo una intervención de un comensal para cantar.
La vinícola F. Rubio y Distribuidora La Canasta, fueron los invitados de la noche. Esta última llevo un grupo de chefs que se encargaron de servir dos tiempos de la cena, ellos fueron Juan Carlos Campos, Gabriel Pérez y Carlos Villalobos.
1er tiempo
Oxiris Sandoval, la sous chef de La Reyna de BC, ha tenido experiencia en cocinas como la de Drew Deckman y Benito Molina, en esta ocasión, sirvió una crema de calabaza de Castilla con pétalos de flores de cempasuchil. Se marido con un Herencia Rosado, de uva 100% Montepulciano.
2do tiempo
La primera aportación a la cena de La Canasta, los chefs Gabriel Pérez y Carlos Villalobos, montaron un geele de salmón acompañado de un aguachile. Su vino de compañía fue un Herencia Blanco, 67% palomino y 33% chenin blanc.
3er tiempo
El anfitrión se encargo del plato fuerte, un filete de res con salsa de vino tinto y arándano, con guarnición de pure de calabaza de Castilla. El acompañante fue una mezcla de uvas italianas, 50% Nebbiolo, 34% Sangiovese y 16% Montepulciano.
4to tiempo
Tamibén ha cargo de La Canasta, pero ahora entre chef Gabriel Pérez y Juan Carlos Campos, crearon una deconstrucción de pan de muerto, bizcocho de sifón con escencia de azahar, coolis de frutos rojos y tierra de chocolate semiamargo con helado de calabaza especiada y brotes de chicharo y maíz. El maridaje para este postre fue Herencia, 50% Cabernet Sauvignon, 30% Merlot y 20% Malbec.
Un desfile de texturas, sabores y colores, equilibradas, balanceadas, sin exagerar en el adorno, pero tampoco simples, tiempos que salieron en orden y con ritmo, la cena dio oportunidad de refrendar el liderazgo que tiene Richard en la cocina y lo ordenado de su forma de trabajar.
Para continuar con la experiencia después de la cena, se presentó un show con fuego, en el que distintas artistas realizaban performance con antorchas de distintas formas, asombrando al público por el dinamismo del espectáculo.